Por Juan Carlos Navarro y Alison Cathles |
Los bootcamps de programación han surgido como alternativa eficaz para abordar la escasez de talento digital, creando una industria que en 2018 generó ingresos por US$ 240 millones. ¿Cuáles son sus resultados y claves de su éxito? ¿Cómo aseguramos su calidad? ¿Los impulsamos desde las políticas públicas? Una nueva publicación del BID explora este fenómeno en el contexto latinoamericano. |
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