Posted: 01 Dec 2015 06:09 PM PST
Una de las cosas que te preguntan o dicen a diario, por ser el amigo informático o tecnológico, es “mi teléfono está muy lento, yo creo que tiene algún virus“. Esto es algo que me dicen todos los días, y seguido de ello te pasan el teléfono para que se los revises y “ver si tiene algún virus“. Y generalmente me encuentro con cosas que me hacen probar mi paciencia porque, de verdad, dan ganas de tirarle su smartphone contra la muralla e irse.
Aclaremos que no es que estemos en contra de los anti-virus para dispositivos móviles, sino que no es estrictamente necesario instalar uno a menos que lo usemos para trabajar y a través del smartphone intercambiemos
Para empezar, los virus para Android son muy escasos, por no decir nulos, aunque sí hay aplicaciones y código malicioso, pero su llegada al dispositivo es sólo por negligencia del usuario. El problema principal que provoca una aplicación anti-virus en el smartphone es que lanza procesos en segundo plano innecesarios, que en el fondo son los que hacen que tu equipo se ponga lento, se cuelgue y se chupe la batería.
Ese mensaje que te envía el navegador del móvil que te dice “tu Android presenta daños por malware“, o “tu dispositivo está gravemente infectado“, es una de las trampas en las que caen muchos usuarios y terminan pinchando mil enlaces que los llevan a descargar aplicaciones que, además de ocupar espacio valioso en el equipo, ponen a funcionar cientos de procesos que terminan por acortar la vida del móvil.
Google Play tiene un filtro importante para los desarrolladores, pero también es cierto que hay cientos de aplicaciones basura que no sirven de nada, como en las tiendas de todo store, esto incluye iOS y Windows Phone, las que vienen con publicidad intrusiva que simula alertas de virus. Así que el mejor filtro para decidir si una aplicación es o no dañina es el sentido común. Porque si una aplicación para cambiar el fondo de pantalla me está pidiendo acceso a mis contactos y poco menos que a los datos de mi tarjeta de crédito, es porque algo raro hay. Cuando le pregunto a la gente cómo es que llegaron tantas aplicaciones “optimizadoras” de batería y sistema, generalmente la respuesta es “el celular me lanzó una alerta” o “un amigo que sabe de computación me instaló el antivirus“.
Otros me han dicho que ellos mismos lo instalaron para prevenir que entren virus. Yo les pregunto: ¿Se comprarían zapatos de seguridad, de esos con refuerzos de acero en la punta (y que son carísimos), sólo ante la eventualidad de pegarse en el dedo chico del pie con un mueble en la noche? Lo lógico, en vez de gastar dinero en zapatos de seguridad, sería ser precavido y encender la lámpara antes de levantarse en medio de la noche medio sonámbulo y descalzo.
Así mismo una cantidad no despreciable de usuarios de Android, buscando “gratis” (?) la versión Premium de una aplicación determinada, terminan en tiendas de aplicaciones no oficiales que contienen una cantidad impresionante de malware. La mejor forma de tener una aplicación de pago en tu equipo es pagándola (duh). Ni Google ni la operadora móvil te va a aplicar la garantía por el daño provocado en el dispositivo por una aplicación que descargaste de forma ilegal. Así de simple.
Android, de forma nativa, tiene un bloqueo para aplicaciones que no vienen de la tienda oficial, y eso ya es suficiente. Y para saber si una aplicación de la tienda oficial es necesaria o no, basta, como dijimos antes, con usar el sentido común. ¿Quieres un fondo bonito en tu dispositivo? Búscala en Google Imágenes y guárdala, o descarga HD Wallpapers for Android, aplicación desarrollada por nuestro jefe.
Cuidar tu Android es mucho más simple de lo que imaginabas.
Aclaremos que no es que estemos en contra de los anti-virus para dispositivos móviles, sino que no es estrictamente necesario instalar uno a menos que lo usemos para trabajar y a través del smartphone intercambiemos
Para empezar, los virus para Android son muy escasos, por no decir nulos, aunque sí hay aplicaciones y código malicioso, pero su llegada al dispositivo es sólo por negligencia del usuario. El problema principal que provoca una aplicación anti-virus en el smartphone es que lanza procesos en segundo plano innecesarios, que en el fondo son los que hacen que tu equipo se ponga lento, se cuelgue y se chupe la batería.
Ese mensaje que te envía el navegador del móvil que te dice “tu Android presenta daños por malware“, o “tu dispositivo está gravemente infectado“, es una de las trampas en las que caen muchos usuarios y terminan pinchando mil enlaces que los llevan a descargar aplicaciones que, además de ocupar espacio valioso en el equipo, ponen a funcionar cientos de procesos que terminan por acortar la vida del móvil.
Google Play tiene un filtro importante para los desarrolladores, pero también es cierto que hay cientos de aplicaciones basura que no sirven de nada, como en las tiendas de todo store, esto incluye iOS y Windows Phone, las que vienen con publicidad intrusiva que simula alertas de virus. Así que el mejor filtro para decidir si una aplicación es o no dañina es el sentido común. Porque si una aplicación para cambiar el fondo de pantalla me está pidiendo acceso a mis contactos y poco menos que a los datos de mi tarjeta de crédito, es porque algo raro hay. Cuando le pregunto a la gente cómo es que llegaron tantas aplicaciones “optimizadoras” de batería y sistema, generalmente la respuesta es “el celular me lanzó una alerta” o “un amigo que sabe de computación me instaló el antivirus“.
Otros me han dicho que ellos mismos lo instalaron para prevenir que entren virus. Yo les pregunto: ¿Se comprarían zapatos de seguridad, de esos con refuerzos de acero en la punta (y que son carísimos), sólo ante la eventualidad de pegarse en el dedo chico del pie con un mueble en la noche? Lo lógico, en vez de gastar dinero en zapatos de seguridad, sería ser precavido y encender la lámpara antes de levantarse en medio de la noche medio sonámbulo y descalzo.
Así mismo una cantidad no despreciable de usuarios de Android, buscando “gratis” (?) la versión Premium de una aplicación determinada, terminan en tiendas de aplicaciones no oficiales que contienen una cantidad impresionante de malware. La mejor forma de tener una aplicación de pago en tu equipo es pagándola (duh). Ni Google ni la operadora móvil te va a aplicar la garantía por el daño provocado en el dispositivo por una aplicación que descargaste de forma ilegal. Así de simple.
Android, de forma nativa, tiene un bloqueo para aplicaciones que no vienen de la tienda oficial, y eso ya es suficiente. Y para saber si una aplicación de la tienda oficial es necesaria o no, basta, como dijimos antes, con usar el sentido común. ¿Quieres un fondo bonito en tu dispositivo? Búscala en Google Imágenes y guárdala, o descarga HD Wallpapers for Android, aplicación desarrollada por nuestro jefe.
Cuidar tu Android es mucho más simple de lo que imaginabas.
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